jueves, 26 de mayo de 2011

AFORISMOS SOBRE EL TIMEO

AFORISMOS SOBRE EL TIMEO

Ø 1. Incierto es el camino del hombre al recorrer las sendas de la sabiduría, sin un previo conocimiento de ésta.

Ø  2. Ignorante es aquel que vive en la ignorancia del saber.

Ø  3. El Demiurgo es un creador, nosotros somos dioses a nuestro modo, ¿qué hemos creado?

Ø  4. El alma es la esencia del cuerpo, la vanidad fue hecha para éste.

Ø  5. El conocimiento es la vanidad existente para el alma.

Ø  6. El demiurgo divide y al mismo tiempo mezcla en su creación.

miércoles, 25 de mayo de 2011

LOS SOFISTAS

LOS SOFISTAS
Los sofistas fueron los encargados de dar un vuelco al estudio de la filosofía, ya que en un principio la filosofía se había preocupado o encargado por el estudio y todo lo que tuviera que ver con la naturaleza y con el cosmos; pero los sofistas llegan “con una revolución espiritual”, pues pone como reflexión filosófica al hombre y todo cuanto lo rodea. Empezaron a ir trabajando con lo social, en lo económico y cultural, pues en ese tiempo se estaba viendo un descuido de la Physis y esto fue aprovechado por los sofistas para incrementar sus pensamientos.
La problemática sofista surge en la comunidad misma, en el momento en que se da el apogeo del comercio; empezando a desplazarse por las distintas ciudades  generando así el intercambio de experiencias y conocimientos; pues era muy común encontrar forasteros y cada uno tenían distintos saberes, costumbre, leyes y experiencias que iban siendo compartidas entre ellos mismos; lo cual muchas veces los llevaban a la confrontación; es aquí donde se da el surgimiento a la problemática de los sofistas.
Los sofistas empezaron a difundir sus conocimientos, pasando por distintas ciudades, empezaron a confrontar las tradición y a dar respuestas en el momento en que las comunidades más lo necesitaban, tomando esto como un negocio, ya que fueron vistos con una función educadora, esto en la Grecia antigua lo aceptaban, el hecho de la remuneración a los poetas, pero a la ves eran vistos mal en el momento de recibirlas, pues ellos eran formados en el Areté, lo cual era “el arte de la política y ciudadanía” y con esta tenían todas las técnicas persuasivas para hacerse a un lugar en la administración de la Polis. Gracias a sus habilidades con la palabra los sofistas tuvieron un gran apogeo especialmente en los jóvenes, pues estos en busca de la “vedad”, de la sabiduría, de algo o alguien que les dieran respuesta. Fue aquí donde entraron los sofistas y empezaron a dar respuestas a muchas dudas e inquietudes según las necesidades del hombre.
En el momento de querer dar respuesta a tantas necesidades surgidas se olvidan rotundamente de la naturaleza y del cosmos, de la imagen tradicional del hombre, pasando a una critica tanto de la religión como del concepto entre el bien y del mal; aprovechando un vacio que en el momento se estaba presentando. Es entonces donde se empieza a incrementar la política, la retórica, el arte, el lenguaje, la educación y la religión; algo que para ellos era un negocio, pues esparcieron todas esas concepciones a distintas culturas, surgiendo de esta manera el periodo humanista. 

ESCRITO SOBRE ARISTÓTELES

ESCRITO SOBRE ARISTÓTELES

Es admirable ver como Aristóteles forja su concepción de filosofía y nos plantea que ésta debe ser una ciencia, teniendo como base o fundamento tres puntos esenciales: la filosofía como una forma de saber; como una función intelectual y como un modo de actividad. De este modo encontramos que está planteando una nueva forma de ver la filosofía y que esto implicaría tener conceptos claros y un enfrentamiento a unas concepciones o conceptos que se tenían. Mostrándonos que por naturaleza todos tenemos el deseo de saber, pero que éste saber debe de ir ligado o acompañado por un deleite del conocimiento.
Aristóteles nos muestra distintos modos de saber, estos apoyados en la experiencia, como son: el arte (tékhne), la prudencia (phrónesis) ya que todo filósofo en su libertad de expresión debe ser prudente; la ciencia, es un sentido estricto (epistéme); la inteligencia (nous) el cual es ese conocimiento primero, y que tiene que ver con las virtudes; y por último la sabiduría (sophía).
Éste filósofo nos dice que la filosofía es un modo de saber, es sabiduría y que ésta debe ser amplia; hablándonos del concepto de sophós, aquel que tiene o posee una forma superior de saber. Para poder complementar estas teorías debemos tener en cuenta la actividad, como parte fundamental de la filosofía, ya que toda teoría es una actividad humana, consistente en estar activo, esto implica que estamos vivos (víos); pero estas actividades o acciones humanas deben ir ligados tanto con la libertad como con la felicidad, algo propio del hombre, siendo la filosofía un modo de actividad, un tipo de vida y no una ocupación esporádica.

jueves, 10 de marzo de 2011

La felicidad según la filosofía



La pregunta sobre la felicidad es esencial en el surgimiento de la ética en Grecia. Los filósofos encontraron respuestas muy diferentes, lo cual demuestra que, como decía Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. En la filosofía griega clásica hay tres posturas:
  • Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo), postura defendida por Aristóteles. En cierto sentido, también Platón puede ser encuadrado en esta postura, si bien el horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de la muerte.
  • Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie (cinismo y estoicismo).
  • Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro.
Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental. Aristóteles considera que ser feliz es ser humano en el más pleno sentido de la palabra. Epicuro, por el contrario, se pregunta qué es lo que mueve a los humanos a obrar, porque la felicidad consistirá en conseguirlo, y esa cosa es el placer.
Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla. De ahí se aprecia la divergencia de opiniones respecto a cómo entender la felicidad; placer para algunos; honores para otros; contemplación (conocimiento intelectual) para otros, de acuerdo a otros puntos de vista. Aristóteles rechaza que la riqueza pueda ser la felicidad, pues es un medio o para conseguir placeres o para conseguir honores, pero reconoce que existen personas que convierten a las riquezas en su centro de atención.
No obstante, para Aristóteles, éstos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sino por ser medios para alcanzar la felicidad, ya que es ésta la única que se basta a sí misma para ser autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos íntegramente felices. Puesto que no por poseer riquezas garantizamos nuestra felicidad. Tampoco solamente la consecución del placer nos hace felices. Normalmente necesitamos algo más para serlo y eso nos distingue de los animales. Sin embargo, aunque estos bienes particulares no basten, ayudan, y en esto Aristóteles mantiene una postura moral bastante desmitificada y realista, el bien no puede ser algo ilusorio e inalcanzable. Sin ciertos bienes la felicidad será casi imposible de alcanzar. Para Aristóteles la felicidad humana se basa en la autorrealización dentro de un colectivo humano, adquirada mediante el ejercicio de la virtud.